sábado, 20 de junio de 2015

Un pequeño corazón de pirata Capitulo 14 Transición y sangre







Fuimos dentro del barco, hacia una sala llena de artilugios médicos, algunos daban bastante miedo incluso. Jeremi se tumbo sobre una mesa en el centro de la habitación, mientras Anais, cogía vendas unas pinzas.
Anais: Esto te va a doler Jeremi, debo extraerte la bala del brazo.
Jeremi: Adelante.
Yo mientras, estaba de observador, cuando Anais introdujo las pinzas dentro de la herida de Jeremi, el dolor inmediatamente se apodero de el, no paraba de gritar de dolor. A los minutos, Anais extrajo la bala y vendo la herida.
Anais: Ya esta campeón, lo decía con una sonrisa,
Jeremi: le miraba con cara de pocos amigos.
Anais: Tranquilo si no ha sido nada, chico, toma coge esta llave hay una habitación al salir a la izquierda, acompaña a Jeremi allí.
Jeremi y yo salimos de la habitación, a los pocos instantes lleguemos al camarote para que Jeremi se tumbara en la cama y descansara.
Jack: Jeremi túmbate aquí en esta cama
Jeremi: Vale, Jack ve a hablar con el capitán..
Jack: ¿Porque? no le conozco de nada
Jeremi: Hazme caso, el te necesita para localizar nuestro objetivo
Jack: Vale, vale, iré.
Sali de la habitación, para dirigirme a cubierta donde estaba la tripulación.Una vez fuera, fui al lado del timón donde estaba el capitán.
Jack: Disculpe capitán, creo que querías hablar conmigo ¿no?
Cap Felix: Si, tiene una razón y es que llevas algo contigo.
Jack: ¿Que llevo algo conmigo?
Cap Felix: Si una gema, ¿no es así?
Jack: Si tengo una gema, me la dio mi madre desde hace 2 años, nunca supe para que servia.
Cap Felix: Cuenta la leyenda, que tu padre se esconde en una cueva maldita, pero no todos pueden entrar, solo los que portan esa gema son dignos para ver a Stone en su guarida.
Jack: ¿Y que hago con la gema?
Cap Felix: Guarda bien, en la entrada de esa cueva, hay un barquero, solo te puede entrar con el, ya que la cueva esta plagada de criaturas y trampas.
Jack: La guardare bien no te preocupes.
Cap Felix: Se reía mientras miraba a Jack, tienes el mismo espíritu que tu padre.
Ve con Jeremi y descansar mañana llegaremos a ese lugar.
Me fui de vuelta hacia nuestro camarote, donde Jeremi roncaba como siempre, aunque yo no podia dormir tan a pierna suelta, ya que mis nervios estaban a flor de piel, de conocer a mi padre muy pronto.

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