jueves, 21 de agosto de 2014
Catalina, en busca de su amor Capitulo 1 El establo
Un día en una pequeña granja de Texas, vivía una chica, llamada Catalina. Ella vivía sola, en esta coqueta granja, cuidando a sus pequeños animales. Catalina fue a dar de comer a sus caballos al establo, cuando llego vio que no quedaba, preocupada fue a coger el coche para ir a la tienda donde solía comprar, pero cual fue su sorpresa al ver que su camioneta no arrancaba. A todo esto, telefoneo a la tienda:
Catalina: ¿Hola? si, necesitaría unos kilos de comida para caballos por favor
Dependiente: Si tenemos,¿vendrá usted a recogerlo o quiere que se lo llevemos?
Catalina: No, tengo mi camioneta estropeada, mejor que alguien de sus empleados, me acerque el pedido.
Dependiente: Como guste señorita, pasara por su domicilio nuestro empleado Hector, para dejarle su pedido.
Catalina fue a regar las plantas mientras esperaba el pedido para sus adorados caballos, unos 15 minutos mas tarde, Catalina oyó un claxon, al que fue rauda, a la entrada de la casa.
Catalina: Hola! ¿Eres Hector?
Hector: Si, vengo a dejarte un pedido, ¿Donde puedo dejarlo?
Catalina: Allí - señalando Catalina al establo.
Catalina ayudo a Hector a llevarlo al establo, cuando entraron dentro los dos Catalina tropezó, con una piedra dejando caer la comida al suelo, antes de que cayera, Hector fue a cogerla, pero finalmente los dos cayeron al suelo, quedando Hector encima de ella, mirándose a los ojos. Catalina, se sonrojo en ese momento Hector dijo :
Hector: Tienes que tener mas cuidado o te lastimaras
Catalina con voz temblorosa dijo: Va.. Vale.
Hector: Ven agarra mi mano para levantarte.
Catalina cogio su mano y se levanto. Recogieron la comida del suelo del establo, lo colocaron en su sitio.
Los dos salieron del establo, Catalina aun ruborizada por el accidente de antes, su cara enrojecida por sus nervios.
Hector: Bueno he de irme ya.
Catalina: Si, muchas gracias por traerme mi pedido.
Hector: No hay de que señorita, pero ten mas cuidado con las piedras, no querria verte lastimada.
Catalina sonrió: Gracias Hector, espero verte pronto de nuevo.
Hector: Igualmente señorita, esto.. ¿Como te llamas?
Catalina: Me llamo Catalina
Hector: Que nombre mas lindo, lo llevare siempre en mi cabeza, bueno Adiós
Hector arranco su camioneta y puso rumbo a la tienda de nuevo, mientras Catalina le decía adiós desde la granja. Catalina desde ese momento no podía dejar de pensar en Hector, mientras daba de comer a sus caballos.
Autor: David Navarro
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