El alba llego y tanto yo como Jeremi estábamos nerviosos, ademas de ansioso por visitar al hechicero. Apenas pudimos dormir esa noche, de las ansias de conseguir nuestra ansiada meta. Tocaron la puerta de la caballa donde estábamos
Jeremi: ¿Quien es?
Lafir: Os estoy esperando para irnos, salid ya, no querréis hacer esperar al hechicero.
Abrió la puerta Jeremi y marchemos junto con Lafir siguiendo nuestro camino.
Todo el mundo del hechicero, era peligroso, algunas criaturas parecían inofensivas, pero te podían matar fácilmente, por eso no nos separábamos de Lafir.
A una hora y media caminando sin parar un poco exhaustos, llegaron a la entrada de la torre del hechicero. Yo iba delante, pero al querer entrar, me di contra algo duro, como si de una pared se tratase, pero miraba y no había nada.
Jeremi: ¿Estas bien Jack?
Jack: Si, no es nada, me di con algo que hay aqui.
Jeremi: Esto parece como un especie de conjuro, para protegerse.
Lafir: Así es mortal, esta torre tiene un hechicero de protección, ni los mejores magos, ni si quiera los maestros nigromantes han podido con ella, creed me sois muy afortunados de que este con vosotros, sino seguro que ya os hubieran matado. En fin, dejar que contacte con el hechicero antes de que lo veáis.
Lafir avanzo, dejándonos atrás tocando el escudo, cerro los ojos y intento contactar con el hechicero, para que nos recibiera ahora. A los pocos instantes de hacerlo, se abrió una especie de puerta invisible que solo Lafir sabia donde estaba.
Lafir: Vamos mortales! la puerta no durara mucho abierta.
Corrimos hacia dentro y al minuto, la puerta invisible despareció.
Subimos las interminables escaleras de la torre, asta llegar a su cima, entremos dentro y allí se encontraba una habitación, llena de objetos extraños y artilugios de brujería.
Lafir: Mi señor, le he traído una visita, vienen en busca de respuestas.
El hechicero apareció tras una cortina morada y dijo: Bien, Lafir gracias por traerlos sanos y salvos, puedes retirarte.
Lafir salio de la sala y se quedo en el exterior.
Hechicero: Y bien, ¿Que hacen un niño y un pirata en mis aposentos?, se de lo que estáis hechos para pasar la prueba de Lafir, no todo el mundo puede.
Jeremi: Si, Jack, explícale lo que necesitas
Jack: Vera, señor Hechicero, quería preguntarle si sabe quien es mi padre, mi madre nunca me dijo nada, porque era un viejo pirata.
Hechicero: Si.. te conozco eres el pequeño Jack.. Jack Stone. Tienes la misma pasión que tu padre.
Jack: ¿Entonces mi padre es Fermes Stone?
Hechicero: Lo es chico, llevas sangre de pirata corriendo por tu venas. ¿Habéis hecho todo este largo viaje para recibir esta respuesta?
Jack: Si
Hechicero: Que valientes, pero ahora que lo sabéis necesitareis algo con lo que volver a Tronjain, yo tengo la respuesta. Tomad estos pergaminos, en ellos se encuentran unas palabras,justo al final de pronunciarla debéis decir el destino donde quiere ir, esto os llevara de vuelta.
Jack: Muchas gracias señor hechicero.
Hechicero: Deberías volver con tu padre, tu sitio esta en el mar, deberás buscar un barco y navegar por los mares para encontrarle.
Jack: Eso.. parece complicado decía dudoso.
Jeremi: Yo podre ayudarte, mi barco podría llevarnos, pero tendremos que reclutar gente para nuestro navío.
Hechiero: Que tengáis mucha suerte en vuestra etapa de vuelta a casa.
Yo y Jeremi dijimos las palabras mágicas y los pergaminos se activaron, Al poco tiempo, volvimos a Tronjain, pero esto solo acababa de comenzar.
Autor: David Navarro
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