Ya en la granja de Catalina, salieron del coche los tres:
Hector: Catalina, ¿Puedo hablar un momento contigo a solas?
Catalina: Si claro,
Lidia: Os dejo solos pareja y no hagáis nada raro ¿eh?
Catalina: Lidia, no chinches, ahora te veo.
Lidia: Vale, decía mientras se alejaba de Hector y Catalina.
Catalina y Hector se quedaron solos:
Hector le cogió a la mano a Catalina,
Hector: Siento mucho lo que paso en la oficina, no sabes el bochorno que pase allí.
Catalina: Ya paso Hector, es duro al principio acostumbrarse a una nueva vida.
Hector: Si supongo que sera eso, decía con tono dudoso.
Aun así, como agradecimiento por haber cambiado mi vida, tendrás una sorpresa esta noche.
Catalina: ¿Una sorpresa?
Hector: Si.
Catalina: Me muero por saber que es.
Hector: Bueno sera mejor que entremos dentro, tu madre debe estar preocupada.
Catalina: Anda, tienes razón.
Así que los dos fueron dentro de la granja, allí en el salón estaba la madre de Catalina y Lidia,
Dolores: ¿Donde has estado? estaba preocupada ni si quiera llamaste.
Catalina: Mama, no fue mi intención no hacerlo, fuimos a arreglar unos papeles con Hector,
Dolores: ¿Que papeles?
Catalina: No tengo ganas de seguir hablando mama, ademas no son cosas mías, son de Hector, no voy a ir diciéndoselo a todo el mundo.
Dolores: Esta bien, anda entrad al salón, la mesa esta puesta con la comida y daos prisa o se enfriara.
Catalina: si, respondió sin fuerzas
Mientras Catalina se iba al salón, Hector fue a la cocina a reunirse con Dolores y Lidia,
Hector: Perdonar, necesito vuestra ayuda.
Lidia: ¿Nuestra ayuda? ¿Para que?
Hector: Quiero hacerle a Catalina una cena romántica aquí en casa y me preguntaba si podíais ayudarme a prepararlo todo.
Dolores: Esta bien, no eres mal chico.
Hector: Gracias Dolores.
Lidia: Te echaremos una mano, esta noche se va a quedar sorprendida de la sorpresa.
Hector: Bien, muchas gracias por la ayuda, ¿Vamos a comer?
Todos ellos acudieron al comedor, donde ya estaba Catalina. Cogieron todos asiento y unos a otros se sirvieron la bebida.
Lidia: Catalina, esta noche quiero que vengas conmigo a mi cuarto, es que tengo ropa que ya no me viene y pensé en que te la probaras para ver como te quedaba.
Catalina: Es que no se, no me apetece mucho, dijo con todo pensativo.
Dolores: Catalina ve con tu hermana, que la ropa no es barata y si te vienen sus cosas, eso que te ahorraras.
Catalina: Bueno, esta bien.
Al cabo de 20 minutos terminaron de comer y recogieron los cubiertos de la mesa sucios para llevarlos a la cocina para lavar. Catalina bostezaba mientras lavaba los platos en el fregador de la cocina.
Hector: Cariño, déjame que lave los platos, vete a dormir un poco la siesta, te vendrá bien.
Catalina: Me da un poco de corte, porque ningún chico me había dicho eso asta ahora, pero, te tomare la palabra y muchas gracias Hector, le dijo mientras le dio un beso en la mejilla.
Hector se puso a terminar de lavar los platos y Lidia entro en la cocina,
Lidia: Que chico tan servicial
Hector: no es nada, ella estaba cansada solo lo hice para que no se agotara mas.
Lidia: Que mono, bueno y ¿Cuando empezaremos a preparar la cena?
Hector: Cuando se quede dormida, aprovecharemos para empezar y luego cuando despierte, te la llevas contigo para que vea lo de la ropa.
Lidia: Vale.
Mientras Catalina intenta dormir en su cuarto, los demás planean una cena a las luz de las velas, todos arrimaran el hombro para que sea perfecta, el amor se respira en el ambiente y por la noche aun mas. No te pierdas el próximo capitulo, de esta cena tan especial, muchas cosas pasaran y un beso muy desenfrenado.
Autor: David Navarro
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