A la mañana siguiente, Hector se despertó, no durmió muy bien que digamos, la cabeza no paraba de darle vueltas. Se vistió en su habitación y bajo al piso inferior de la casa por las escaleras.
Catalina: Buenos días Hector, ¿Como has dormido?
Hector: Buenos días amor, no he podido dormir demasiado bien con lo que paso ayer.
Catalina: No te preocupes, que hoy te acabara tu tortura y solo tendrás felicidad, que es lo que necesitas.
Hector: Espero, ¿Vamos ya? queda poco para la hora a la que quede.
Catalina: Si, voy a avisar a Lidia para que nos lleve,
Lidiaaa, grito.
Lidia: ¿Que quieres hermanita?
Catalina: ¿Podrías llevarnos a mi y a Hector, que tienen que firmar los papeles del divorcio hoy?
Lidia: Uh, eso no me lo pierdo.
Catalina: Cotilla..
Lidia: ¿Yo? pero si soy un amor.
Catalina: Si, si, venga vayámonos.
Se pusieron en camino hacia la oficina, donde les estaba esperando Maria, para firmar los papeles.
Al cabo de 45 min, llegaron al bufete de abogados Justid. Aparcaron el coche en el aparcamiento y se dirigieron hacia allí. Una vez Hector entro estaba allí Maria con el abogado. Entraron a una sala, los dos con el abogado.
Catalina: Que nerviosa estoy.
Lidia: Tranquila, es un mero tramite Catalina, una vez lo firme ya sera libre.
Catalina: Si pero Maria, es una zorra mala, estas no sabes por donde te van a salir.
Lidia: Relájate, coge aire y siéntate en esa butaca.
Catalina se sentó en la butaca y cerro los ojos para relajarse un poco.
Mientras tanto dentro de la sala:
Abogado: Buenos días, Hector y Maria, aquí tenéis la sentencia de divorcio, una vez que la firméis ya estaréis separados y seréis dependientes el uno del otro, como es una separación de mutuo acuerdo, se repartirán los objetos a nombre de los dos. Mientras el abogado seguía dictando la demanda, Hector y Maria uno enfrente de otro, mirándose la cara, mientras Maria con su pierna tras la mesa, tocaba su entrepierna. Hector se puso nervioso, Maria le sacaba la lengua, queriendo algo mas. En ese momento, Hector se levanto de la mesa para ir al baño. Una vez en el baño, se hecho un poco de agua en la cara y se miraba al espejo, diciéndose al mismo, tranquilo, tranquilo. Volvió a la sala y el abogado concluyo de leer. Hector firmo el primero, aunque Maria se lo pensó unos minutos pero finalmente acabo firmando. Una vez hecho, el abogado salio de la sala, y se quedaron Hector y Maria junto a la puerta.
Maria: Hector ven, cierra la puerta.
Hector cerro la puerta y fue
Maria hecho a Hector sobre la cristalera, mentido le mano.
Maria: Te voy a demostrar otras cosas que perderás si me dejas ir...
Mientras tanto desde fuera:
Catalina: Lidia ¿ese no es Hector apoyado?
Lidia: Si creo que si, espera un momento.. !Corre Catalina entra ahora mismo!
Catalina: ¿Pero que pasa?
Lidia: Tu entra, no hay tiempo de explicaciones.
Catalina y Lidia entraron corriendo por el pasillo de la oficina y abrieron la puerta de la sala donde estaban.
Catalina: Tu.. ¿Que haces metiendo mano a mi novio?
Maria: Porque me da la gana..
Catalina se engancho de los pelos con Maria en el suelo de la sala, mientras Hector y Lidia intentaban separarlas.
Catalina: !Vete de aquí puta! como te vuelvas a acercar a Hector, te dejo calva.
Maria: Se fue de la sala dando un portazo.
Hector: uf, menos mal que llegasteis no me dejaba irme.
Catalina: ¿Estas bien amor?
Hector: Si, gracias cariño. decia, mientras se abrazaba a Catalina.
Una vez todo hecho, volvieron de camino al coche, para ir a la granja.
Autor: David Navarro
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