jueves, 16 de octubre de 2014
Catalina, en busca de su amor Capitulo 9 Casa de Hector
Al cabo de una media hora, llegaron a casa de Hector. Un pequeño duplex, de color amarillo, en su coqueto patio delantero, había un gato, custodiando la entrada. Catalina, cogió las llaves que le dio la ex mujer de Hector Maria, abrió la puerta del patio delantero, inmediatamente el gato hay presente, fue a recibirlas, ronroneando mientras Lidia le acariciaba.
Lidia: Hermanita, !!yo quiero uno!!, hay que mono, es para comérselo.
Catalina: Lidia... deja al pobre gato, que tenemos que ir a ver como esta Hector.
Lidia: Vale... aguafiestas.. dijo por lo bajo.
Así que catalina, fue a probar la llaves en la puerta principal, tardo unos minutos en acercar con la correcta. Al fin, pudieron entrar.
Catalina: ¿Hola? ¿Hector, estas en casa?
Lidia: No seas boba, entra, tenemos permiso.
Catalina y Lidia se adentraron dentro de la casa de Hector.
Una casa con mucha luz y colores alegres, se respiraba tranquilidad una vez dentro.
Catalina fue al salón y hay estaba Hector, durmiendo sobre el sofá, Catalina fue a despertarlo, para darle un bello despertar, mientras tanto Lidia, fue a la cocina a preparar algo para la comida.
Catalina: Señor Hector, despierte... tengo una cosa para tii
Hector se movia de un lado a otro, empezando a abrir los ojos.
Catalina: Bienvenido de nuevo al mundo amor, ¿Dormiste bien?
Hector: ¿Como has entrado en mi casa? decía mientras bostezaba.
Catalina: Tu mujer vino a mi granja y me dio las llaves de tu casa.
Hector: Ah, con que fue eso.
Catalina: Si, quería venir a cuidarte cariño, decía mientras le acariciaba su rostro,
Hector: Eso es muy dulce amor, muchas gracias por hacerte cargo de mi
Catalina: No es nada, tranquilo, para cuidarte, me encargo yo.
Lidia salio de la cocina, hacia el comedor donde estaban, con la cena rápida que preparo.
Lidia: Bueno, los tortolitos otra vez juntos, no hagáis travesuras delante mía ¿eh?
Catalina: Sonrojada por las cosas que dijo Lidia, hermanita que no vamos a hacer eso.
Lidia dejo la comida sobre la mesa central del comedor, no sabes las aventuras que he tenido yo en un sofa, buff si te las contara.
Catalina: Em.. no creo que sea el momento para eso.
Hector: Se reia del comentario de Lidia, se nota que os queréis mucho, que lindas estas hermanitas.
Lidia: Gracias Hector, bueno ¿a que esperamos? a comer.
Se sentaron al rededor de la mesa del comedor, Catalina daba de comer a Hector, como si de un niño se tratase, mas ella, era cabezota y se empeñaba en hacerlo.
Catalina: Estaba delicioso Lidia, como siempre una cocinera excelente, dijo mientras sonreía.
Lidia: Tampoco fue para tanto, fue con dos o tres cosas que tenia Hector en la nevera.
Hector: Si de verdad, estaba de 10, ¿Hay postre?
Lidia: Si claro que lo hay, lo tienes a tu derecha,
Hector ¿A mi derecha?
Lidia: Si, Catalina es el postre
Catalina: !Hermanita!... no vas a parar esta noche, ademas no soy tan dulce.
Hector: Si lo eres Catalina, a mi me encanta lo dulce y tu eres mi preferido
Catalina: Se puso roja roja y dijo con dificultad, gra...cias.
Lidia: Voy a ir recogiendo todo esto, tu Catalina ve con Hector al sofá y acomoda lo para que duerma.
Catalina, fue a acomodar a Hector al sofá, al mismo tiempo Hector, intentaba coger la postura para dormir un rato.
Hector: Gracias por quedaros a hacerme el día mas llevadero y por cuidar de mi hoy.
Catalina: Shh, tu no te preocupes debes descansar, duerme, no me ire de tu lado.
Hector: Esta bien dormiré unas horas.
Cuando Hector cogió el sueño su teléfono empezó a sonar, Catalina cogió su teléfono,
Catalina: ¿Si?
Tienda: Hola, ¿esta Hector?
Catalina: Si, pero esta durmiendo, acabamos de venir del hospital.
Tienda: Si lo se, soy su jefe, pero necesito que mañana pueda volver, tenemos mucho trabajo.
Catalina: lo entiendo, pero en su estado no creo que pueda trabajar durante unos dias.
Entonces a Catalina se le ocurrió una idea
Catalina: que tal si yo le sustituyo mientras el no pueda trabajar.
Tienda: Hombre, no tienes la misma experiencia que el, pero podríamos intentarlo, mañana a las 8 de la mañana ve a la tienda, pregunta por Mario cuando llegues.
Catalina: De acuerdo y disculpe las molestias.
Autor: David Navarro
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