miércoles, 8 de octubre de 2014
Catalina, en busca de su amor Capitulo 8 Visita inesperada
Volviendo a la granja, Catalina estaba algo malhumorada, desde que se entero en el Hospital San Jorge, en la visita a Hector, que estaba cansado y que se estaba divorciando. Lidia le observaba en periodos cortos mientras conducía. En el coche, solo se escuchaba su motor, ya que las dos iban calladas, así que Lidia rompió el silencio de Catalina.
Lidia: Hermana, ¿ha pasado algo hay arriba? te noto enfadada.
Catalina: ¿Yo? ¿Porque iba a estarlo?
Lidia: Porque llevas unos 10 minutos y no has abierto la boca, me parece sospechoso.
Catalina: uf, esta bien, si estoy cabreada ¿Pasa algo?
Lidia: ¿Cuales son los motivos de tu rabieta?
Catalina: Espera que ya estamos llegando, mejor lo hablamos con un te, en el salón
Lidia: Vale, me parece bien.
Catalina y Lidia, llegaron en el coche a la granja, aunque alguien ya estaba allí. Extrañadas, dejaron el numero de la policía marcado en su móvil, para llamar en caso de ladrón. En la entrada, había un coche negro de alta gama, pero no había nadie en la casa, pero, en el establo de los caballos, estaba abierto, así que entraron y había una chica, acariciando los caballos.
Lidia: ¿Quien anda hay?
Maria: Hola, perdón por entrar sin permiso, pero me encantan los caballos.
Catalina, se mosqueo: ¿Que demonios haces tu aquí?
Lidia: Ah, ¿os conocéis?
Maria: Si, estaba conmigo en el hospital, con Hector, nos conocimos allí.
Lidia: Ya veo, ya, perdona un momento Maria, quiero hablar con Catalina.
Maria: Vale.
Lidia: ¿Se puede saber quien es esa chica y que hace en tu granja?
Catalina: Es la mujer, bueno, ex-mujer de Hector.
Lidia se sorprendió: ¿En serio esta casado?
Catalina: Si, es de esto de lo que quería hablarte.
Lidia: bueno, vamos a ver que quiere primero.
Maria: Oh, ya volvisteis, quería hablar con vosotras,
Catalina: ¿Que quieres?
Maria: Que me voy de este pueblo un mes y quiero que cuides de Hector, legalmente sigo casada con el, pero yo no estoy ya enamorada de el.
Catalina: ¿No te importa?
Maria: En absoluto, toma te dejo la llaves de su casa, cuando quieras ve a su casa, el ya sabe esto.
Catalina estaba sorprendida; Valla, es todo, un poco extraño, pero vale, aceptare.
Maria: Gracias chicas. Bueno, mi avion sale dentro de una hora, nos vemos el mes que viene
Lidia y Catalina: Adiós!
Maria cogió su coche de lujo, y se fue de la granja.
Lidia: ¿Pero de que va esta tía?¿Vende a Hector como si fuera un animal?
Catalina: Que zorra es, uf no la soporto.
Lidia: No me extraña que Hector no quiera estar con ella, ¿quien podría soportarla?
Catalina: Si es cierto, uh! Lidia, que ya es la hora! hay que irse.
Lidia: ¿Ya? ¿pero si llegamos hace 1 hora?
Catalina: Pero es que tengo que cuidar de el.
Lidia: Vale, pero a ver cuando te sacas el carnet de conducir, que lo de conducir un tractor es un poco viejo ya haha.
Catalina: Que si, te devolveré el favor, cuando lo tenga. ¿Me estas llamando antigua?
Lidia: ¿Que yo te llame antigua? anda anda...
Así las dos hermanas fueron de camino a casa de Hector, a conocer como era su casa y como vivía. Aunque las hermanas se peleaban por tonterías de camino en el coche, ellas en el fondo se querían, el amor de hermanos siempre es diferente.
Autor: David Navarro
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