jueves, 23 de octubre de 2014
Catalina, en busca de su amor Capitulo 10 Un nuevo trabajo
Lidia: ¿Quien era hermana? ¿la persona que había al teléfono?
Catalina: Era el jefe de la tienda donde trabaja Hector.
Lidia: ¿Que quería?
Catalina: Pues que le necesitaba allí mañana, porque tenían bastante trabajo, le dije que me ofrecería voluntaria para intentar cubrir su puesto.
Lidia: ¿Entonces quieres que me quede mañana con el?
Catalina: Si, es lo que iba a preguntarte
Lidia: Vale, pero ahora vamos a dormir, que ha sido un día bastante duro.
Se fueron a dormir a unos sillones que había en el salón, donde también esta Hector. Se acomodaron y apagaron las luces.
A las 6 de la mañana del día siguiente, el estaba amaneciendo por la ventana del salón, Catalina se levanto, para ver el amanecer, pero a la vez nerviosa por lo que le esperaba hoy en su nuevo trabajo. Después de deleitarse con esa belleza, fue a ver a Hector, para saber su estado. Hector, dormía plácidamente, Catalina no se resistió a darle un beso en su frente. Lidia, empezó a desperezarse, como si de un gato se tratara.
Catalina: Buenos días, hermanita.
Lidia: Buenos días Catalina, decía mientras bostezaba.
Lidia: ¿Te vas a ir ya?
Catalina: Si, tienes el desayuno de Hector y el tuyo en la cocina.
Lidia: Hay que detalle hermanita, te quiero.
Catalina: Si, pero no te acostumbres, decía mientras sonreía.
Lidia: Lleva cuidado ¿Vale?
Catalina: Lo llevare, llamare en mi descanso.
Catalina salio por la puerta de la casa de Hector, mientras se dirigía al trabajo calle abajo
Al cabo de unos 10 minutos, Catalina, llego a la tienda entrando dentro:
Catalina: Buenos días, busco a Mario, ¿Es usted?
Mario: Si, soy yo, tu debes de ser Catalina, encantado.
Catalina: Igualmente, ¿Que debo hacer hoy?
Mario: Lo primero, ponte este delantal, que es el de la tienda.
Catalina: Bien, ya esta puesto, ¿Que mas?
Mario: Ven conmigo al almacén,
Una vez en el almacén:
Mario: Bien, tienes que quedarte aquí y recibir la mercancía que traigan los camiones e ir apuntando todos los productos, es posible que tenga que salir algunos momentos y tengas que quedarte a cargo de atender a los clientes.
Catalina: Vale, lo haré lo mejor que pueda, !bien halla vamos!
Catalina trabajo duro ese día, haciendo el trabajo que hacia Hector todos los días, aunque ella estaba trabajando, su cabeza estaba solo pensando en Hector y en su estado de salud.
A media mañana de trabajo duro Mario llamo a Catalina:
Mario: Catalina, tomate un descanso, lo estas haciendo bien.
Catalina: Gracias Mario, no tardare mucho.
Catalina, salio de la tienda y fue a una cafetería que había enfrente, a tomar un cafe. Una vez con su café, cogió su teléfono y llamo a casa de Hector:
Lidia: ¿Si, dígame?
Catalina: Soy yo hermanita,
Lidia: Catalina, ¿que tal va el trabajo?
Catalina: Agotador, la verdad.
Lidia: Me lo imagino, por cierto Hector se ha levantado, ¿Quieres que te lo ponga?
Catalina: Si
Hector: Catalina, ¿es cierto que me estas sustituyendo en mi trabajo?
Catalina: Si, lo hize por ti, como estabas enfermo.
Hector: Eres un amor, Catalina.
Catalina: Calla, me sacaras los colores.
Hector: Bueno te dejo que sigas trabajando, dale recuerdos a Mario.
Catalina: Vale, cuídate Hector te quiero.
Catalina volvió a la tienda, y Mario le pidió que se quedase en la tienda, para atender a los clientes mientras el salia. Así que Catalina, se quedo esperando a clientes.
Paso una hora, se oyó un coche fuertemente en la calle, Catalina se asomo, por el cristal de la tienda, el coche venia muy rápido y había perdido una rueda, en ese momento el coche cambio de dirección y se dirigió a la tienda. Catalina, corrió hacia el interior de la tienda para estar a salvo, mientras el coche impactaba sobre el escaparate de la tienda.
Autor: David Navarro
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