Catalina, en busca de su amor Capitulo 6 Noticia inesperada

Catalina entro a casa feliz, después de despedirse de Hector.
Lidia: !Que bonito tortolitos! Grito por la casa Lidia mientras bajaba las escaleras.
Catalina: Cállate Lidia, le decía mientras estaba sonrojada.
Lidia: ¿Parece que esto avanza? ¿no?
Catalina: Si, dijo mientras sonreía.
A las altas horas de la madrugada, estas hermanas se fueron a sus cuartos a dormir.
A la mañana siguiente, cual llamada de despertador, era el gallo de la granja, poco a poco fueron despertando y poniéndose manos a la obra, aunque iban a recibir una noticia nueva con el desayuno.
Catalina bajo al piso de abajo, para desayunar, entre tanto, sonó el teléfono.
Catalina: ¿Si, dígame?
Tienda: ¿Eres familia de un chico llamado Hector?
Catalina: Somos pareja, solo eso.
Tienda: bien, es que esta mañana a primera hora, le atracaron mientras estaba en la tienda, se lo llevaron al hospital, los médicos me dijeron que avisara a familiares y este era el primer numero que encontré en su móvil.
Catalina: Hay dios, ¿Pero esta bien?
Tienda: Si, estaba consciente, algo mareado, pero bien.
Catalina: ¿En que hospital esta?
Tienda: En el pequeño hospital de nuestro pueblo, se llama Hospital San Jorge.
Catalina: Gracias por el aviso, iré para allá.
Catalina, nerviosa se puso a dar vueltas por la casa del nerviosismo, que tenia en su cabeza, en el preciso instante, bajo Lidia para desayunar.
Lidia: ¿Que te pasa hermana?
Catalina: Que me acaban de llamar, diciendo que a Hector le atracaron esta mañana, esta en el Hospital San Jorge.
Lidia: ¿Que dices? ¿me tomas el pelo?
Catalina: No, es cierto, decía con rostro triste.
Lidia: Bueno, es mejor saber que esta bien, cuando terminemos las tareas de la granja, te llevo yo con mi coche al hospital.
Catalina: Gracias, hermanita pues venga, vamos a desayunar y terminar todo.
Lidia y Catalina, se pusieron a trabajar de nuevo en la granja, tenían un poco de prisa, de terminar pronto para saber como estaba Hector.
Al medio día, finalizaron las tareas y se pusieron rumbo al Hospital San Jorge.


Autor: David Navarro